En muchos casos, sí. La disfunción eréctil puede tratarse con éxito si se identifica su causa principal y se implementa un enfoque terapéutico adecuado. Por ejemplo, si está relacionada con desequilibrios hormonales, el tratamiento de reemplazo hormonal puede restaurar la función sexual. Si se debe a problemas circulatorios, medicamentos orales o inyecciones pueden ser muy eficaces. Incluso en los casos más severos —como después de una prostatectomía o cuando hay daño neurológico— existen soluciones quirúrgicas altamente efectivas como la prótesis de pene. Lo más importante es no resignarse: la disfunción eréctil no es una sentencia definitiva, sino un síntoma tratable.

No necesariamente. La mayoría de los pacientes comienzan con opciones no invasivas como medicamentos orales o terapia hormonal. Estos tratamientos son sencillos, de uso ambulatorio y con muy pocos efectos secundarios. Solo cuando estas medidas no resultan efectivas se consideran opciones como las inyecciones intracavernosas o los dispositivos de vacío.

Sí, es completamente posible. Muchos hombres experimentan disfunción eréctil después de una prostatectomía radical o tratamientos para el cáncer de próstata, debido al daño en los nervios responsables de la erección. Sin embargo, existen múltiples opciones para restaurar la función sexual, desde medicamentos e inyecciones hasta la colocación de prótesis de pene. Esta última es una solución altamente efectiva para pacientes que no han respondido a otros tratamientos.

Es recomendable consultar a un especialista si experimentas dificultades para lograr o mantener una erección de manera persistente durante al menos tres meses, o si notas que la calidad de tus erecciones ha disminuido notablemente. También es importante buscar atención médica si esto afecta tu bienestar emocional, tu relación de pareja o tu autoestima. Mientras más pronto se identifique la causa, más efectivo y rápido puede ser el tratamiento.

No. Si bien muchas veces tiene un origen físico —como enfermedades vasculares, hormonales o efectos secundarios de cirugías— también puede deberse a causas psicológicas o emocionales. El estrés crónico, la ansiedad de desempeño, la depresión o los conflictos de pareja pueden afectar significativamente la capacidad de mantener una erección. De hecho, en muchos casos se presenta una combinación de factores físicos y emocionales. Por eso, nuestro enfoque en Precision Prostate Clinic es multidisciplinario: evaluamos tanto los aspectos médicos como los emocionales para ofrecerte un tratamiento integral.